"SI YO ESTOY BIEN, LO DEMÁS MEJORA": CONFLICTOS FAMILIARES
La mayoría de las consultas que atendemos los psicólogos tienen que ver con las relaciones familiares. Bien por el duelo por la perdida de un ser querido o una ruptura amorosa, por tener una "madre controladora", no saber que hacer con nuestr@ hij@ adolescente, desesperarse con la desobediencia de l@s hij@s mas pequeños, una mala comunicación en pareja u otra cuestión... y esto es así porque la familia y las relaciones afectivas forman gran parte de nuestra vida.
Es en la familia donde aprendemos quienes somos, como desenvolvernos con los demás, el sentido de lo que esta bien y lo que esta mal.... y cuando esos referentes se tambalean, hacen que se tambalee nuestra seguridad.
Ante estas situaciones a veces la familia entera es consciente de la situación por la que atraviesan, y todos los implicados acuden a terapia, dando paso a una nueva configuración familiar, cambiando la manera de relacionarse, mejorando la comunicación y aumentando la autoestima familiar.
En otras ocasiones tan solo una de las personas implicadas es consciente de que algo ocurre y es quien decide acudir a terapia. En estos casos pensamos que de este modo "nada cambiara", porque los demás no harán ningún esfuerzo por hacerlo. Y es verdad, "no existen recetas mágicas".
En las relaciones solemos estar acostumbrados a actuar siempre del mismo modo, pudiendo predecir que ocurrirá y como reaccionara el otro, si hago tal cosa.
Acudir a terapia es decidir crecer y cambiar, y esto introduce un elemento nuevo a la relación, haciendo inservibles los comportamientos utilizados hasta el momento y provocando la necesidad de cambiarlos por otros nuevos mas saludables.
Cuando uno trabaja sobre si mismo, se siente mejor, cambia su actitud sobre las cosas y eso "contagia" a nuestro entorno.
Vanessa Vega
Psicóloga General Sanitaria.
Mediadora familiar.
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