¿Pierdes los nervios con facilidad?

Autocontrol: controlando lo primitivo.

En consulta me encuentro muy a menudo con personas que se han visto inmersas en situaciones en las que ha perdido el control, diciendo o haciendo cosas de las que luego se arrepienten o que les traen consecuencias negativas, además de deteriorar su relación con los demás.

 

Normalmente, creemos que una forma de mantener el control es callarnos, pasar por alto las cosas y así evitar el conflicto, y esto suele funcionarnos a corto plazo.  Porque todas aquellas cosas que nos vamos callando van disminuyendo nuestro aguante y hacen que al final reaccionemos de modo muy intenso ante situaciones no muy graves.  Además no soluciona el conflicto, ya que cuando nos callamos, el otro nunca se entera de nuestros sentimientos y por lo tanto no puede cambiar

.

Cuando me encuentro con niños con esta problemática suelo contarles una historia para que entiendan que es lo que hace nuestro cuerpo cuando reaccionamos así.  Y es que esta reacción agresiva es un rescoldo de los instintos primitivos de agresión o huida. Esta historia puede ayudarnos también a los adultos a entender nuestra reacción ( es un planteamiento que Manuel J. Smith expone en su libro "Cuando digo no, me siento culpable"). 

 

“Imaginaos a un cavernícola en su cueva realizando sus quehaceres diarios. Esta relajado, despreocupado y sin tensión. De repente aparece una fiera a la entrada de su caverna y lógicamente nuestro cavernícola siente miedo, es una amenaza. Su cerebro (magnifica herramienta) reacciona en milésimas de segundo analizando las opciones: huir o atacarle. Y para ambas opciones el cuerpo necesita la mayor energía posible, de modo que nuestro cerebro se pone a trabajar ordenando al corazón y los pulmones que se aceleren y así llegue mas  oxigeno y energía a los músculos. Con esta acción el cerebro disminuye su flujo sanguíneo al estrictamente necesario, ya que la prioridad es la autoconservación. De modo que el funcionamiento del cerebro se ve reducido (por eso nos cuesta tanto pensar con claridad cuando estamos alterados).  Y el cavernícola realiza la huida o la agresión, salvando su pellejo”.

 

En la actualidad no nos amenazan fieras,las amenazas las constituyen la interpretación que cada uno de nosotros hace de la realidad. Podemos interpretar  que cierto comentario tenia la intención de hacernos daño, que una persona concreta nos desvalora o que no se nos esta teniendo

en cuenta, por ejemplo. Pero el proceso de activación física ante estas amenazas imaginarias es el mismo.

 

Como veréis en este proceso físico, todas las reacciones son automáticas. Nosotros no podemos controlar de modo consciente la frecuencia de nuestro ritmo cardíaco, pero si que podemos controlar la respiración. Si de manera consciente ordenamos a los pulmones que respiren despacio, automáticamente el corazón se ralentizara y el cerebro volverá a recibir la cantidad necesaria de oxigeno para que podamos pensar.

 

En resumen, para poder aprender como autocontrolarnos es necesario:

 

- Entender nuestros propios sentimientos.

- Salir de las situaciones que puedan provocar una reacción de perdida de control.

- Utilizar la respiración abdominal o cualquier otra forma de relajación que permita recuperar la estabilidad de nuestro cuerpo y reducir la tensión.

 

 

Esto es importante para cualquier situación de violencia verbal o física, pero no soluciona los problemas por si solo. Es necesario poder establecer un protocolo de resolución de conflictos. Es decir, cuando nos calmemos comunicar al otro nuestros sentimientos, escuchar lo que el otro tenga que decir, y buscar soluciones, sin revolver en lo que ya paso, ya que no lo podremos cambiar, pero si que podremos establecer que haremos en las situaciones parecidas que se den en el futuro.

 

¿Os ha pasado en algún momento?, ¿Que hacéis para controlaros?,...

Espero vuestros comentarios.

 

Ser felices.


Vanessa Vega

Psicóloga general sanitaria

Mediadora familiar 

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